Acudir a los tribunales puede significar dos cosas diferentes según se trate de un sistema judicial civil o penal. Antes de que decidas presentar una demanda en tu caso de lesiones personales, es conveniente que entiendas las diferencias, porque sirven para fines muy distintos.
SISTEMA JUDICIAL CIVIL En el derecho civil, el tribunal resuelve esencialmente un desacuerdo entre dos partes. Un caso civil debe comenzar con una persona o entidad que presenta una demanda contra otra. El motivo de la presentación es que el demandante (el que presenta el caso) considera que otra persona o entidad ha incumplido un deber legal, causando así un daño. El daño puede ser físico, mental, financiero o una combinación de esas cosas. Estos casos suelen resolverse fuera de los tribunales y pueden dar lugar a que se exija al demandado el cumplimiento del deber o el pago de los daños causados por su incumplimiento. La decisión dependerá de los hechos del caso, de si el demandado es declarado culpable y de lo que el juez o el jurado consideren que merece el demandante.
SISTEMA JUDICIAL PENAL En un caso penal, el tribunal determina si un individuo es culpable o no de cometer un determinado delito. El caso penal no es presentado por la víctima. De hecho, puede que ni siquiera haya una "víctima" en algunos casos penales, como los que se presentan ante el tribunal por conducir bajo los efectos del alcohol. Es el gobierno el que se presenta en nombre del público estadounidense para argumentar por qué el acusado es culpable del delito. Si se le declara culpable, la sentencia del acusado puede implicar multas monetarias, tiempo de cárcel, libertad condicional o alguna combinación de ellas. Las multas no se pagan a la víctima, sino que sólo sirven como castigo por un acto ilegal. Una persona o entidad declarada culpable en un tribunal penal puede ser llevada a juicio en un tribunal civil, ya que la víctima intenta cobrar daños y perjuicios.